sábado, 2 de agosto de 2008

Mas testimonios (no os perdáis el de Bizikai, te partes!!)

"Hola a todos. Muchas gracias por la información y por vuestra intención de ayudarnos a mejorar efectivamente nuestra salud de una forma eficaz y fácil.

Hace unos días entré por primera vez en este foro, me convenció, leí el libro de Andreas Moritz y acabo de concluir mi primera limpieza.

Me gustaría mucho haceros algún comentario sobre cómo me he sentido y como novata aún que soy, haceros algunas preguntas.

COMENTARIOS:
- La semana de preparación ha sido fantástica, no me ha costado nada cambiar mi dieta, entre otras cosas porque se parece bastante a lo que habitualmente como, pero bueno, sí que he tenido que dejar de comer algunas cosas. He notado que aumentaba muchísimo mi nivel de energía (una pasada, aunque parezca una exageración, es en serio)

- El lavado de colon muy bien.

- El "ayuno" del día que se empieza a tomar las sales, pasé un poco de hambre, bueno estaba mentalizada, pero noté cómo mi cuerpo perdia algo de fuerza.

- La toma de pomelo y aceite también bien. Para tomar las sales de Epson y evitar el mal sabor, preparaba un poquito de agua con unas gotas de zumo de limón, tapaba la nariz, tomaba el vaso de sales de un trago con la nariz tapada y seguidamente el agua de limón y muy bien, no he notado nada el sabor.

- Pasó que cuando empecé a tomar las sales de Epson no evacuaba, iba llegando la hora de tomar el aceite con el pomelo e ir a dormir y aún no había evcuado, así que hice una lavativa con agua templada y empecé a ir a water. Tanto que casi no me da tiempo a acostarme a la hora. Es más, una vez acostada me quedé inmóvil descansando y sintiendo mi cuerpo, y también aguantando las ganas de ir de nuevo al water. Cuando pasó una media hora, ya no puede aguantar más y me levanté a defecar como 6 ó 7 veces seguidas. Después de esto pude quedarme dormida, aunque me costó descansar, toda la noche en la misma postura, me levanté a las 6:30 con una paliza en el cuerpo de impresión.

- Al día siguiente, aún sigo evacuando y con bastante paliza en el cuerpo, como cuando se tiene dierrea, me duelen los músculos y todo el cuerpo, tengo bastante paliza.

- He expulsado también bastantes gases, muchísimos. He tenido mucha sensación de moviento intestinal.

DUDAS:
- La más importante de todas es que no sé si lo que he expulsado son cálculos o era "mierdecilla". Hacía en un recipiente de plástico, luego me ponía unos guantes de látex y comprobaba el resultado. Al tocar se deshacían entre mis dedos sin consistencia ninguna. Eran de color claro como la vainilla, había muchos, del tamaño de un grano de arroz, incluso algunos un poco más, y como arenilla. Y otros eran de color verde guisante. He leído que eso son los cálculos, pero creía que era caca porque eran muy blanditos. Si son cálculos he expulsado muchos pequeñitos. He de decir que en la semana de preparación he bebido mucho zumo de manzana, puede que 1,5 litros o más, y puede que hayan salido tan blanditos por eso.

Mi marido ha hecho la limpieza también al mismo tiempo que yo y ha expulsado "un cascajar" (vamos un montón de ellas, cientos) muchas del tamaño de granos de arroz o lentejas, otras arenilla, otras del tamaño de garbanzos gordos, y una como una uva anorme. Eran de color oscuro y con cierta consistencia. El hizo la limpieza un día antes que yo por eso al ver lo que expulsé yo al día siguiente, pensé que eso no eran cálculos sino caca. Me gustaría que me pudierais orientar en ese sentido.

-Una última duda: he perdido unos 2 kilos de peso y mucho volumen en estos días de preparación y limpieza, ¿no será malo para el cuerpo tanta "caña"? ¿No habrá "efecto rebote" y engordaré lo perdido con creces?

SALUDOS A TODOS, GRACIAS Y ÁNIMO"
Mmme

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Hola a todos/as:
Os cuento mi caso.
Varón, 36 años (aunque aparento diez minutos menos), vividor, fiestero y coleccionista de malos hábitos -también alimentarios- desde muy temprana edad. Como nada sale gratis en esta vida, hace 4 años se me pasó la primera factura, en forma de ataque de gota. Pese a darme cuenta perfectamente de que era un primer -y lógico- aviso, un toque de atención para que cambiase mis hábitos inmediatamente, es bien sabido por todos que la cabra tira al monte, como efectivamente seguí haciendo.
Cuando tienes alguna afección, y lo sabes, pero ésta no se manifiesta continuamente ni mucho menos, tiendes (por lo menos ése es mi caso) a no prestarle atención, a hacer como que no existe, para poder seguir tirando para el monte sin gran cargo de conciencia.
Todo genial. Hasta hace un año, cuando se me pasó la segunda factura. En forma de cólico biliar esta vez. Cinco horitas con la compañía no solicitada de un dolor realmente espantoso (y no me tengo por ningún llorón). Paseíto hasta urgencias. Cita posterior con el especialista, ecografía y... voila! La vesícula preñada de intranquilizadoras piedrecillas. El estomatólogo utiliza uno de esos eufemismos tan del aprecio de los de su gremio: "Hay que operar para extraer las piedras" ¿Extraer las piedras?, pienso. No; ¡amputar la vesícula!. "¿Amputar la vesícula quiere decir usted?" "Bueno, es un órgano que ya no debería estar en el cuerpo, por cuestiones evolutivas, no sirve para nada, miles y miles de personas viven sin vesícula, si no te la quitas un día te puede dar un chino (sic)..." "No falla", pienso, "cada vez que le planteas a un doctor que vas a buscar otras alternativas para curar tu dolencia, te suelta un 'haz lo que quieras, pero es muy probable que palmes', como intentando ponerte entre la espada y la pared; o haces lo que te digo o vas a reventar más temprano que tarde". Pero, afortunadamente, no soy una persona fácilmente impresionable. Así que cuando vi al interfecto rellenando su sentencia de operación (posteriormente leí los riesgos que ésta conlleva, así como numerosos testimonios de personas a quienes les había empeorado la vida sensiblemente y que habían visto agravadas sus molestias; todo esto mezclado con muchos otros testimonios de personas, también operadas de vesícula, que manifestaban su satisfacción y la mejora de su calidad de vida después de la intervención) le dije que no se molestase, que no me iba a operar.
Sería muy largo -y de doloroso recuerdo- describir el proceso que culminó con el asentamiento dentro de mí de la más firme desconfianza hacia los médicos y hacia esta mal llamada medicina que hoy en día se aplica, regida, si no única sí mayormente, por los criterios económicos de las grandes farmacéuticas y envuelta en un oscurantismo que basa su efectividad en la confianza ciega -más bien diría borreguil- y despojada de toda actitud crítica del paciente hacia el hombre/mujer de la bata blanca. Hablamos de la salud de cada uno. No basta la fe en el hombre medicina. No sólo no basta, sino que es profundamente temerario. Como resumen diré que esta desconfianza que muestro es fruto de un diagnóstico erróneo (por falta de la diligencia necesaria, esto es, de la profesionalidad necesaria) que llevó a tratarme con un fármaco que podría haberme causado la muerte (os ahorraríais la chapa que os estoy dando) por ser totalmente incompatible con el virus que me había atacado; y de dos praxis también erróneas a partir de sendos diagnósticos aparentemente correctos que, sin llegar al nivel de riesgo al que se me llevó alegremente en el primer caso, me produjeron graves inconvenientes.
Todo este ladrillo que he soltado es por los comentarios de la señorita que dice que fe ciega en los presuntos expertos. Yo únicamente tengo fe ciega en el conocimiento y en el espíritu crítico. Y dentro de las fronteras de mi cuerpo aplico la legislación que me parece más oportuna. Y tomo las decisiones en base a la información que recabo de diferentes fuentes y que me parecen más plausibles. En resumen, tomo las decisiones en lo que concierne a mi propio cuerpo. Y la experiencia me dice que, lejos de los médicos -excepción hecha de la parte del diagnóstico, ya que la medicina contemporánea tiene máquinas muy útiles en esta faceta- mejor; infinitamente mejor. Y que lo que un fármaco te arregla por un lado (en realidad suelen ser meros enmascadores de síntomas) te lo destroza por otro. Y que si se puede abordar una dolencia desde la alimentación y el consumo de medicinas naturales, debe hacerse; sin duda alguna. Evidentemente, si tengo un accidente de tráfico y tengo una pierna seccionada -por ejemplo- no voy a tomarme una infusión de pasiflora mientras pido cita para el acupuntor. Pero en lo que se refiere a dolencias internas... si ves un médico ¡corre!.
A propósito... ¿alquien sabe por qué en los siglos XVI-XVII-XVIII la tasa de mortalidad infantil entre los bebés de los nobles y de los reyes era netamente superior a la de las gentes del populacho?. Efectivamente, amigo, has acertado: ¡porque el populacho no tenía médicos! Parece broma, pero no lo es.
Salgo de la consulta. Ya me he negado a operarme. Ahora hay que buscar formas de eliminar las piedras. Seguro que las hay. Pasan los días leyendo, investigando un poquillo... y doy con el libraco del Moritz. El título tira para atrás, huele a la estafa del crecepelo mágico. Lo leo, no obstante. Tiene sentido. Contrasto sus afirmaciones con las de otros autores y leo experiencias de personas que han llevado a cabo la limpieza. Busco a alguien en mi ciudad que se haya aplicado el método. Encuentro una mujer. Me habla de lo bien que le ha ido a ella. Decido probarlo.
Unas cuantas irrigaciones colónicas (la primera un infierno, más por el mal rollo de ver mi inmaculado recto siendo zaherido que por lo especialmente doloroso del proceso); unos meses de alimentación sanota cuasi vegetariana y sin tomar casi mierdas (digo casi por lo hablado anteriormente de la cabra y del monte). El sábado (sí, ayer mismo) primera limpieza. ¿Molestias, incomodidades, vómitos...? En absoluto. De hecho, el proceso me ha parecido anodino. No he sentido absolutamente ninguna molestia. Incluso he pensado que no iba a echar nada, porque no me dolía nada, ni un poquitín. He dormido como el niño Dios. He madrugado para tomar las sales. A las seis y media y otra vez a la cama (a algunos les irá de puta madre hacer ejercicios de yoga como sugiere el amigo Moritz, pero a mí dormir es lo que mejor me sienta). Luego a las ocho el otro vaso. Y otra vez a la cama. Y a la media hora... pim pam pum. He echado unas 150 piedras y piedrecillas en cuatro tandas. La primera espectacular, con las más grandes (unas 20 ó 25 del tamaño de un guisante).
Y me siento feliz y convencido. Voy a seguir, por supuesto, hasta que no expulse ni una piedra más. Luego me voy a hacer una ecografía para confirmar que no quedan piedras en la vesícula. Y luego me voy de fiesta, que ya me estoy cortando demasiado.
Por cierto, yo opté por no comer absolutamente nada de carne ni productos animales desde 10 días antes de la limpia. El día de la limpia me tomé medio litro de zumo de manzana a traguitos y un plátano para desayunar y un puré de verduras para almorzar. Y añadí otra variante para relajarme y espantar el posible nerviosismo que pudiese surgirme: sobre las nueve y media, media hora antes de tomarme la mezcla, me fumé un cigarrillo de marihuana de primera calidad que me hizo todo el proceso mucho más llevadero (más que el proceso, que a mí por lo menos me pasó, como he dicho, casi inadvertido, me refiero al estado de tranquilidad y sosiego alcanzado para llevarlo a cabo).
Lo más asqueroso de todo las sales esas de Chernobyl, que saben peor que el peor de los venenos.
Por último (que sí, de verdad, por último) añadir que si, como parece, es posible remover las piedras con esta relativa sencillez, me parece responsabilidad de todos los que hemos seguido el proceso darlo a conocer (increíble que existiendo un método como éste se siga mutilando a la gente que no siempre, ni muchísimo menos, queda satisfecha ni mejora con la intervención).
Saludos."

Bizikai



Estos son testimonios extraídos del foro que abrí en la Ecotienda

6 comentarios:

  1. Ja, ja, ja...
    Bizikai, me pregunto si estabas inspirado o si escribes siempre así!!! Realmente me parto contigo!!
    Gracias a ti y a Mmme por vuestros testimonios, si me permitís los subo a mi blog de lalimpiezahepatica.blogspot.com. Ademas de reveladores son divertidos, y creo que nos hace falta mucho reirnos a todos.
    En cuanto al peso es normal bajarlo. Parte de esa bajada es liquidos que recueraremos pronto, pero la mejora metabolica del higado para procesar las grasas tambien nos ayudará a bajar volumen en ese sentido, si bien mas poco a poco.
    Dejemos trabajar al hígado. La limpieza del mismo no es meterle mucha caña, sino al reves, darle un respiro. La caña se la metemos cuando hacemos la vida normal de estos tiempos artificales, donde comemos productos envasados, refrescos en lata y todo manufacturado para engatusar al paladar. Ademas si lo acompañamos de tóxicos sociales y demas dilapidaciones de energía vital, la factura será a cargo de nuestra calidad de vida y salud.

    Con la limpieza corregimos eso, aunque pasemos una mala noche. En ello influyen varias cosas, como nuestra capacidad digestiva para hacer frente al montón de aceite. La gente que digiere bien, no suele referir apenas molestias la noche de la limpieza. Evidentemente, tampoco notan gran mejoría después, pues estaban sanos. Sin embargo se están garantizando un futuro mas libre de enfermedades al darle capacidad funcional a su central de reciclaje.
    Ya nos contarás Bizikai como te va con las piedras, si salieron o no y saludos a todos. Gracais por vuestros testimonios que subo al blog por lo que me he reído!!
    Carlos :-)))

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  2. Hoy que ya han pasado 4 semanas desde que me operaron de la vesicula y me han sacado varios granos de piedras molestas que me tuvieron a muy mal traer.

    y me encuentro con este portal...mi consulta es:

    ¿Puede ser efectiva una limpieza de higado cuando la vesicula no esta?....¿es recomendable hacer el procedimiento?

    espero sus amables comentarios
    Saludos

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  3. M: te contesté en la primera entrada el del blog. Sí, pero espera un par de meses o tres.
    saludos
    carlos

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  4. Este Bizikai es un crack escribiendo crónicas :D

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  5. LAMENTO COMENTAR QUE INVESTIGANDO MUCHO SEGUN ESTUDIOS MEDICOS, QUE REVISE PERO DE MOMENTO NO RECUERDO EL NOMBRE, INDICA QUE LO QUE SALE EN REALIDAD NO ES MAS QUE EL CONJUNTO DE SALES, MINERALES Y COMPONENTES DEL MONTON DE JUGOS, SALES Y DEMAS ELEMENTOS, QUE SE INGIEREN EN EXCESO EN LOS MOMENTOS ANTERIORES DE REALIZAR LA DICHOZA LAVATIVA, REALMENTE LAMENTO DESILUCIONARLOS PERO ESO EXPLICARIA POR QUE TE SALIERON "CALCULOS" TAN GRANDES. ESTAS DE ACUERDO EN QUE NO PODRIAN ESTAR EN NINGUNO DE TUS ORGANOS CON ESE TAMAÑO, SALVO QUE SE FORMARAN EN EL INTESTINO EN EL PROCESO QUE TE COMENTO. POR ELLO REALIZAR ESTOS "LAVADOS" ES INUTIL E INCLUSO PUEDE SER PELIGROSO PARA LA SALUD. FAVOR DE INVESTIGAR MAS AL RESPECTO ANTES DE ARRIESGAR SU VIDA. SUERTE

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  6. Eso lo expliqué yo hace ya muchos años en este blog, así que no es nada nuevo tu opinión, sino que fui yo mismo le primero que planteó esa duda antes de que nadie la dijera y luego muchos han repetido, por tanto está contestado una y otra vez en este blog. Con el experimento de Carlos de Vigo comprobamos que las piedras que salen son distintas a las que se forman, y además está la mejoría que se obtiene también como prueba de que el hígado se vacía, o las ecografías de la vesícula que aparecen después vacías tras la LH. Busca la info por el blog. Un salud-o

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