jueves, 18 de agosto de 2016

El engaño del año: el flúor


Siguiendo con los venenos que nos rodean por doquier voy a dejaros aquí unos apuntes sobre los riesgos del peligroso flúor, tanto en el agua como en las pastas dentales y colutorios. ¿Nos han preguntado a alguien si queremos que nos contaminen el agua con flúor? Las autoridades toman decisiones por nosotros, en nuestro nombre y en nombre de nuestra salud. Pero toman decisiones erróneas, porque sus intereses no están alineados con los nuestros. El flúor no sólo es innecesario sino que ¡es tóxico! Y debemos oponernos a él en todas las aguas potables. Dirán que son dosis bajas que no nos afectan, pero es falso, toda dosis de un veneno es tóxica para el cuerpo. 
Y si no nos afectan, ¿para que lo echan? Te recomiendo ver el documental “El engaño del flúor” [1], y páginas como “Fluoridealert.org” y “Flouoridegate.org”, donde la gente como tú y yo está intentando cambiar las decisiones políticas que van contra nuestra salud.



“La fluoración es el mayor caso de fraude científico de este siglo”
–Robert Carlton, Premio Nobel de Medicina (2000)
 

La dosis de consumo de flúor recomendada en EE.UU. y Canadá son de 4mg/día para el hombre, 3mg/día para la mujer y entre 2-3mg/día para niños y adolescentes. Las autoridades sanitarias recomiendan la adición de flúor al agua de consumo, siempre y cuando esta sea deficitaria en el mismo, de modo que su concentración sea como máximo de 1ppm (1mg/litro), cantidad máxima recomendada como saludable. Sin embargo, de las sustancias tóxicas nunca ninguna cantidad es segura.

En España se suministra agua fluorada en algunas ciudades y pueblos de Andalucia, Murcia, Extremadura, Cataluña y País Vasco. Las dosis de flúor en las aguas de abastecimiento público en España suele ser menor a 1ppm. Afortunadamente, podemos utilizar filtros para evitarlo, pero deben ser al menos del tipo de Ósmosis Inversa pues los simples filtros de carbón activo no eliminan totalmente el peligroso flúor. En EEUU algunas personas incluso han muerto o enfermado gravemente cuando el equipo de fluoración del agua ha fallado, dejando pasar demasiado flúor en el agua, lo cual es un riesgo que hemos observado que a menudo sucede también con la cloración del agua. El cloro es otro veneno que nos debe ayudar a comprender la necesidad de adquirir un filtro de ósmosis inversa o una destiladora de agua. Ahorraremos cargar hasta nuestro domicilio con muchos envases de plástico del agua embotellada e incluso podremos filtrar cada día el agua utilizada para cocinar. 
Pero, realmente el flúor ¿previene la caries? FALSO. En diversos estudios científicos se demostró que el esmalte que se obtiene añadiendo flúor al agua potable (fluoruropatita) se disuelve tan rápido con los ácidos como el esmalte común (hidroxiapatita) no fluorado, que se compone de fosfato cálcico. No sólo eso, el flúro convierte al diente en más frágil mientras que el esmalte común mantiene cierto grado de flexibilidad que protege más al diente. Es falso por tanto que el flúor inorgánico aportado por el agua contaminada con flúor sirva para prevenir las caries. 

Por otra parte, tampoco son las bacterias las que dañan el esmalte de los dientes, que se componen de hidroxiapatita. Y prueba de ello son los dientes que los arqueólogos y antropólogos encuentran soterrados durante siglos, sin que sean afectados por las múltiples bacterias que se hayan presentes en la tierra. Lo que daña el esmalte son los ácidos de los alimentos, refrescos y las pastas de dientes químicas. 
CdV


[1] https://vimeo.com/9554767





Extraído de: https://www.youtube.com/watch?v=RQc4yJwLBsQ&feature=youtu.be
"Más de 4.000 médicos, científicos y profesionales del medio ambiente han advertido que la fluorización del agua trae peligrosas consecuencias a largo plazo para la salud y están pidiendo que se ponga fin a la fluorización del agua en todo el mundo (http://www.fluoridealert.org/professi...). Se incluyen un Premio Nobel de Medicina, tres científicos de la revisión histórica del Consejo Nacional (EE. UU.) de Investigación sobre el flúor, así como médicos, dentistas e investigadores líderes en el campo de todo el mundo. Durante más de 50 años, el gobierno de EE.UU. y los medios de comunicación han pregonado el fluoruro como un medio seguro y eficaz para reducir las caries, especialmente en los niños. Sin embargo, el fluoruro no es la sustancia inocua y benevolente que le han hecho creer al público.

Hechos:
• El fluoruro de sodio usado en el agua potable es una sustancia peligrosa y es un ingrediente activo principal en insecticidas y veneno para ratas, también es uno de los principales ingredientes de fármacos anestésicos, hipnóticos y psiquiátricos, así como del gas neurotóxico para uso militar.
• Si es ingerido, aún en cantidades pequeñas, como 3 mililitros, el Flúor puede matar a un adulto de 45Kg. Una dosis de solo 0,3 mililitros de Flúor puede matar a un niño de 5Kg.
• Se ha demostrado que la ingestión crónica de fluoruro está relacionada con el cáncer, diabetes, fluorosis, artritis y osteoporosis, destrucción de los riñones, del hipotálamo, la pituitaria, trastornos neurológicos y de la tiroides, desequilibrios hormonales, enfermedades cardíacas, pero lo más importante, daños neurológicos, DAÑO DEL TEJIDO CEREBRAL y DISMINUCIÓN DEL COCIENTE INTELECTUAL.
• Ninguna cantidad de Flúor es segura para ingerir, y su efecto bioacumulativo durante los años es degenerativo.
• En suma a que el flúor por si solo es suficientemente nocivo, los productos químicos utilizados para la fluorización no son de alta pureza, como lo ameritan los productos farmacéuticos de calidad (la fluorización es una medicación).Los fluoruros usados son subproductos de la fabricación de aluminio y fertilizantes, y contienen una alta concentración de toxinas y metales pesados, como el arsénico, el plomo y el cromo; todos demostrados ser cancerígenos.
• En Alemania, Bélgica y Luxemburgo, la fluorización del agua se ha rechazado porque fue clasificada como medicación compulsiva contra la voluntad del sujeto y por lo tanto, viola los derechos humanos fundamentales.
• Desde noviembre de 2006, la Asociación Dental Americana (ADA) recomienda que los padres deben evitar dar a los bebés agua fluorizada (debido al flúor, en EE.UU. la FDA exige que las pastas dentales lleven una etiqueta de advertencia que dice: "Consérvese fuera del alcance de los niños menores de 6 años de edad. Si se traga cualquier cantidad mayor a la que se usa para una cepillada, llame al Centro de Control de Venenos o a su médico de inmediato").
• El Mayor George R. Jordan de la USAF testificó ante el comité de Actividades Antiamericanas del Congreso en la década de 1950 que en su puesto como oficial de enlace EEUU-URSS, los soviéticos admitieron abiertamente la "Utilización del flúor en el suministro de agua en sus campos de concentración, para hacer los prisioneros estúpidos, dóciles y serviles".
• La primera aparición de agua potable fluorizada en la Tierra se produjo en campos de prisioneros de la Alemania nazi. La Gestapo tenía poca preocupación por el supuesto efecto del flúor en los dientes de los niños, su razones alegadas para la medicación en masa a través del agua con fluoruro de sodio fue para esterilizar los seres humanos y forzar la gente en sus campos de concentración a la sumisión tranquila.

Ficción: El Flúor adicionado al agua potable fortalece los dientes y ayuda a prevenir las caries. La mayoría de Europa Occidental y Japón han rechazado la fluorización del agua, pero aún así tienen el mismo declive de caries dentales de los países altamente fluorizados, como los EE.UU.

Sentido Común/Ética: La mayoría de los científicos están de acuerdo en que una vez que se han formado y emergido completamente los dientes permanentes, la ingesta alta de fluoruro ya no tiene ningún efecto. Los dientes del adulto no se benefician del agua fluorizada. Pero sobre todo, el beneficio primario del fluoruro en los dientes es tópico (de contacto), no tiene sentido forzar a la población a ingerirlo.

EL CASO DEL FLUORURO SE BASA EN LA POLÍTICA, NO EN LA CIENCIA. Libros recomendados: "The Case Against Fluoride: How Hazardous Waste Ended Up in Our Drinking Water and the Bad Science and Powerful Politics That Keep it There" de Paul Connett, "The Fluoride Deception" de Christopher Bryson.