Es normal sentir cierta presión dolorosa en la zona del hígado antes de las limpiezas, así como después de ellas. A veces se extiende a la zona de la espalda y suele ser contínuo aunque a veces cede espontaneamente. Si la digestión se nos ha hecho pesada aumenta o reaparece. Si hay gases (por la misma razón) se recrudece también. Es algo temporal y habitual.
No me refiero a los cólicos de vesícula, sino al dolor sordo y suave típico del hígado, el cual tiene fama de ¡no doler! Pues nada de eso, duele, si bien es totalmente soportable, no deja de ser molesto, especialmente cuando es mas agudo.
Mi dolor comenzó antes de hacerme ninguna limpieza hepática. Era sordo, suave, pero contínuo, no cesaba nunca. Era como si estuviera la zona dormida, o falta de sangre. Con las primeras limpiezas se agudizó bastante, lo cual me preocupó. Al ver que a otros les sucedía igual, me sentí aliviado. Solía escansar tumbado un rato tras las comidas para qu cediera. Aplicando calor suave tambien mejoraba. Empeoraba al sentarme o navegar por la red, probablemente por la postura que no facilitaba el flujo hepático, al estar un poco doblado hacia delante.
Opino que este dolor es debido a la congestión y presión que se genera en el hígado por el paso (dificultado por sedimentos) de la sangre a su través, y también por la forzada fabricación de jugos hepáticos. El hecho de estar medio atascado, le obliga a crear esta presión dolorosa para cumplir su cometido.
Según lo vamos limpiando, el dolor va cediendo y desapareciendo, si bien en ocasiones se reagudiza por un tiempo al moverse los depósitos hacia zonas mas anchas y próximas al colédoco.
A partir de mi 5 limpieza el dolor se suavizó mucho. En la sexta aún mas, pues desapareció muchas horas. Llevo tres semanas tras la 7 limpieza y el dolor ha estado ausente casi todo el tiempo. Estos días ha vuelto a reaparecer y probablemtne sea porque nuevos atrancos han ido bajando hacia el colédoco. Lo noto también en las digestiones que son un poco mas lentas y pesadas.
Hay que estar muy atentos a uno mismo para poder darse cuenta de cómo el hígado nos afecta ladinamente. Segun mi apreciación personal y subjetiva, con las limpiezas me muevo en una curva de mejoría progresiva a partir del dia siguiente a la misma y durante las dos semanas siguientes. Despues entro en una curva de bajada, suave pero comprobada en varias ocasiones ya, en que todo parece empeorar un poco, si bien nunca tanto como antes de la limpieza previa. Esto sólo indica la necesidad de una subsiguiente limpieza.
Tras cada una de ellas estoy mejor, si bien hay un cierto retroceso antes de la siguiente que yo achaco a la acumulación progresiva de mas depósitos.
Este malestar se puede combatir tomando zumo de manzana, con el fin de suavizar el cauce por el que se acumulan de nuevo las piedras y reblandeciendo las mismas. Si no, los atrancos hacen que nuestra digestión se vea afectada, produciendo de nuevo dolor sordo. No se trata de estar toda la vida tomándo zumo, sino sólo cuando sintamos molestias y mientras tengamos que hacer limpiezas por persistir los atrancos. Es lo que yo hago al menos.
He comenzado a tomar zumo ya para mi 8 limpieza y ya os contaré como me va, pero llevo unos 3 días con el suave dolor ocasional, mucho menor que otras veces y que cederá con mi siguiente purga de aceite, como sucedió antes varias veces. A ver si es pronto la definitiva! Yo creo que sí.
Saludos
Hola Carlos:
ResponderEliminarSoy una mujer de 49 años. Hice mi 3a limpieza hepática el sábado pasado y estoy teniendo problemas. Había hecho 2 hace 2 años: la primera, un éxito, saqué muchos cálculos. En la segunda no salió nada de nada, solo restos de comida, (una decepción) y primero pensé que quizá había comido algo más tarde de la hora indicada, aunque el resto del proceso lo seguí a rajatabla. Pero hubo quien me dijo -un homeópata- que realmente no debía tener cálculos que sacar, y ya está.
Al cabo de un tiempo de esa 2ª limpieza tenía un dolorcillo intenso en la espalda, que creí que podía ser alguna contractura, por que me suele pasar. Al cabo de unos meses, en una visita a la doctora de cabecera --a quien por supuesto prefiero no contar lo de las limpiezas-- al final me hicieron una ecografía y vieron que tenía "arenilla" en los riñones, 2 o 3 piedrecillas de pocos milímietros. Las pasé "bastante canutas" durante un tiempo, tomando infusiones y tintura de "rompepiedras".
En esta última limpieza del pasado día 18 --que creí que me haría bien, porque notaba el costado con una suave punzada, y en mi análisis de sangre rutinario había salido que tengo el "hígado ligeramente graso"-- me pasaron algunos inconvenientes: el último día, cuando debía tomar las sales por la tarde-noche, ya por la mañana me sobrevino una colitis fuerte, líquida, así que aunque cumplí bastante los horarios en el resto del proceso, estaba muy sedienta (y preocupada por que si no bebía me podía deshidratar bastante por la colitis) así que bebí agua, varias veces, durante la tarde y entre las tomas de sales de epsom (métdodo pomelo rosa). No sé si eso ha perjudicado el proceso, ha hecho que no funcione bien o algo, porque eché muy poquitos cálculos, y me sentí mareada y con malestar, y hubo unas horas en que estuve francamente bastante amarilla. Desde el día siguiente tengo un dolor bastante fuerte en una zona de la espalda, peor al moverme, a medio camino entre la cintura y la paletilla, similar a la otra vez, pero más fuerte, por lo que supongo que tengo algún cálculo atascado no sé si en el hígado o en el riñón.
Te quería preguntar si se puede deber a haber bebido agua, y si crees que debo hacer sin problemas otra limpieza el mes que viene. O si con Slackstone (la primera vez lo tomé) esto podría irse. La verdad es que es muy molesto y no me encuentro bien (no solo es por esto, es que resultó que tengo un poco de anemia megaloblástica ahora).
Espero que me puedas orientar.
Muchas gracias por tu blog.
Buenos días Carlos,
ResponderEliminarSoy un chico de 28 años. Llevó 10 limpiezas hepáticas y desde que las inicié, empecé a experimentar molestias exactamente iguales a las que comentas. Estas molestias han pasado por las fases de pinchazos o simplemente presión hepática y es cierto que he notado que siempre se han incrementado cuando estoy sentado con el ordenador, posición muy habitual en mi caso debido a mi profesión, informático.
Estas molestias me preocuparon mucho al principio, incluso abandoné el proceso de limpieza hepática al realizar mi tercera limpieza hepática, ya que estas molestias se pronunciaron bastante. Unos meses más tarde, visto que las molestias no desaparecían contacté con un naturópata para que me guiara de nuevo con las limpiezas y me aconsejó que continuara con el proceso. Con las segunda tanda de limpiezas he comprobado que las molestias se mueven en una curva muy similar a la que tu comentas: al día siguiente de la limpieza hepática y los días siguientes me encuentro genial, con la zona hepática “cansada” pero sin ningún tipo de molestias y es a partir de la segunda-tercera semana posteriores cuando las molestias suelen aparecer de nuevo.
Cuando estas molestias aparecen tomo comprimidos con ácido málico, y después de tomarlo unos días, las molestias suelen suavizarse. En caso de no suavizarse, estas suelen desaparecer al día siguiente de la toma de aceite y pomelo.
Me gustaría que me explicaras si al final conseguiste que te desaparecieran estas molestias (presión hepática) y que me comentaras tú experiencia al finalizar el proceso. La verdad es que estoy muy animado, pero a veces aparecen dudas, ya que al final, estamos solos ante la limpieza, aunque contemos con las miles de experiencias de la gente.
Agradezco que hayas compartido tus experiencias en el blog.
Un saludo de Josep.