El nuevo método! Actualmente no recomendado por excesivo)

Bueno, al fin puedo sentarme a contaros el nuevo método que he ensayado para limpiar el hígado y que considero que va a ayudarnos a todos, pero quizá mas especialmente a los que tienen piedras en la vesícula y no consiguen evacuarlas. Es una entrada larga, pero espero que os sirva de algo.

En principio, os adjunto una foto con el texto del libro para no alargarme escribiendo y para que tengáis una referencia de primera mano al respecto. Los subrayados y flechas que aparecen no son míos, sino que venían en el papel. Podéis imprimirlo para tenerlo a mano en cualquier momento. Para ello picad en la foto y copiadla con el botón derecho. Después la pegáis en el "Word" pero horizontal, o bien con un programa de tratamiento de imagenes, y a continuación la imprimis.

Está extraído de un libro que editó en 1998 la Editorial EDAF (a la que he solicitado el derecho de publicación de la misma en el blog) y su autor es el herborista ingles Frank Roberts, ya fallecido. Se titula "Nuevos tratamientos con plantas de los trastornos digestivos". Es un libro de los años 70´s que Edaf editó en español mucho mas tarde. De hecho , el autor ejerció a partir del final de la segunda guerra mundial, en la que también participó.
El libro, a mi me llegó gracias a Enric, que tuvo la amabilidad y generosidad de mandarmelo fotocopiado, ¡gracias Enric! :-)
Cuando Enric me mencionó el susodicho libro, yo ya estaba tras la pista del tal Frank Roberts, pues en una de mis charlas sobre la LH, una persona me contó que él ya conocía hace muchos años el tratamiento de la limpieza, que le había proporcionado en Inglaterra un terapeuta llamado Frank Roberts.
Anoté el dato rápidamente, y en cuanto llegué a casa me fuí directo al buscador Google, a ver de quien se trataba. Pero no encontré gran cosa, y menos aún en castellano, si bien había paginas en inglés que le hacían referencia. Entonces me fuí a www.iberlibro.com, que siempre dispone de libros nuevos o usados y descatalogados, de casi todos los autores mundiales (os la recomiendo, por cierto). Busqué algun libro suyo, pero no conseguí encontrar nada del mismo referido a la limpieza del higado y vesícula, por lo que abandoné la búsqueda. Hasta que un día Enric me preguntó si le conocía, pues disponía de un libro prestado donde mencionaba otra forma de hacer la limpieza de la vesícula. Le pedí que me lo mandara, cosa que hizo gratuitamente, y me comentó que en una ocasión él lo hizo siguiendo este método, y que expulsó mas cálculos de lo habitual (Enric ahora va por su 12ª limpieza hepática).

No encaja en mis planteamientos negar una cosa antes de probarla, así que cuando terminé mi 17 limpieza, ya por la mañana, tras expulsar poquitos cálculos y sintiéndome muy bien (cosa que no sucedió en las 14 primeras!, que salía muy cansado de digerir el aceite) decidí (a las 11 de la mañana!) empezar a tomar aceite de nuevo, pero al estilo Roberts.
Tenía las sales dentro, moviendome el intestino, y aunque la expulsión ya había finalizado (casi siempre me sale la mayoría en las primeras evacuaciones hacia las 9h.) decidí ponerme a tomar aceite de nuevo.
Empecé con cuatro cucharadas, las que eché en una taza, y me las bebí, sin dificultad seguidas por una de zumo de limón, tal como dice el método de Roberts. Al cabo de 15 o 20 minutos volví a por la siguiente toma de aceite, que soportaba bien, así que lo cargué mas y eché el doble de cucharadas (8) seguidas de nuevo, por otra de zumo de limón.
Me volví al sillón reclinable, a hacer la digestión estilo boa constrictor, sin saber muy bien que iba a resultar de aquello. Esta segunda intentona me estaba empachando, pero aún así me ví de nuevo con fuerzas media hora después para hacer una tercera toma, aún mayor que la anterior, de media taza de aceite, aproximadamente 125 cc, seguidos de la cucharada de zumo que no me llegó a nada.
Pero lo pasé, y volví cansinamente a mis aposentos, a recostarme boca arriba, descansando el empacho. Ahora sí que me había llegado. No quería tomar más, por lo que el método iba a quedar a medias. No me importaba. El libro de Roberts decia que tomaramos medio litro de aceite, sin importar si lo devolvemos o no!
Uff!, yo no era capaz ni de volver a intentarlo. Además no habría mucho que sacar, pues estaba recien limpiado mi hígado! Dos horas mas tarde tendría que tomar un nuevo vaso de sales, con el fin de movilizar cualquier posible calculo que pudiera arrancar en esta sobrecura que me hice. ¡Menuda sorpresa si saliera algo!
Sobre las 13h me tomé el vaso de sales, y dos horas mas tarde comí. Ahora me sentía mucho peor que por la mañana tras la resaca del aceite nocturno. Me he pasado -pensé- pero ¡me encontraba tan bien! Merece la pena intentarlo.
Pronto pude comprobar que efectivamente, mereció la pena intentarlo. A media tarde, los movimientos intestinales rápidos me impulsaban en dirección al inodoro. Casi incrédulo miré hacia los restos que estaban en el colador: eran tan grandes que ¡los había notado incluso al salir!
Pero bueno! ¿Cómo es posible que sigan saliendo? -pensé.

Efectivamente, el colador se iba llenando con cada apretón evacuatorio mientras crecía mi sorpresa sin parar.
Nunca había sacado tantos cálculos, ¿cómo era posible que salieran ahora en mi 17 limpieza? ¿Por qué no salieron antes así de grandes, y tantos, sino sólo poquito a poquito? Esa misma mañana apenas salieron tras el aceite de la noche, y ahora, mas de seis horas después, ahí estaban, desafiándome a que les diera una explicación plausible. Y con las lavativas que me puse ese mismo día de la expulsión, aún seguían saliendo!

Aún no tengo una explicación clara, pero estoy empezando a pensar que lo que sale es ssencillamente bilis que se coagula al ser expulsada para hacer frente al aceite. La propia bilis gelatinosa que ocupa la vesícula y el hígado, que se coagula -o solidifica- una vez que sale al intestino para emulsionar el aceite. De hecho, las piedras de la vesícula se componen también de bilis coagulada, y son exactamente iguales a éstas. Son por tanto, la misma cosa. Se las he enseñado a cirujanos de vesículas, que han dicho que son las mismas. Las he llevado a analizar (podéis ver la foto del análisis en el blog, mas abajo) y me han confirmado que tienen los mismos componentes que las piedras biliares.
La bilis es colesterol casi al cien por cien, con unos poquitos acidos biliares que la mantienen licuada, o sea, inhiben su tendencia a coagularse. Por tanto, probablemente estamos arrancando bilis coagulada del hígado (arrastrando con ella todas las toxinas intrahepaticas) y de la vesícula (arrastrando con ella las piedras o sedimentos calcificados en la misma). No lo sé a ciencia cierta, pero me da igual, porque lo que sí hacemos con la LH es limpiar ambos de un modo natural. Eso es de lo que se trata, y se nota en la mejoría sintomática.
Lo único que supone esto, es que con cada LH siempre nos van a salir restos... porque siempre tenemos bilis disponible, mas o menos coagulada en el hígado, para bien y para mal! Esta es una suposición mía. Para mal , cuando está muy dura y contaminada con toxinas, virus y parásitos. Y para bien, cuando está blanda y limpia, fácilmente utilizable para la digestión! Y cuanto mas limpiemos el hígado, mas bilis fabricaremos en él!
Los que no expulsan nada, a veces en las dos o tres primeras limpiezas, es porque los sedimentos de bilis los tienen muy secos y endurecidos aún como para soltarlos a la primera, y en ellos la única bilis que sale es la líquida que se va por el inodoro sin que la podamos observar.
Bueno, lo cierto es que las piedras siguen saliendo a estas alturas de la 18ª LH, pero quizá por esa msima razón, son de un verde muy claro. Son limpias, supongo. Y pienso que van a salir siempre que haga limpiezas hepáticas.
Con ellas saldrán también los tóxicos que el higado neutraliza, y que expulsa mediante este mecanismo biliar. Pero llega un momento que es limpiar sobre limpio, (creo que es mi caso) y no es procedente hacerlo ya mensualmente, sino mejor cada año, o a lo sumo cada seis meses.

Bueno, a lo que iba, menos de dos semanas después decidí repetir la limpieza de Roberts. Quería comprobar si podía quedar algo ahí dentro aún, o bien es que ello se fabrica cada dia. Tenía molestias ocasionales en el costado derecho, que desaparecían solas, y decidí de sopetón hacer la prueba para ver si estaban atrancando la salida de los jugos biliares y dandome esa leve molestia. O puede que ya no saliera nada...
Así fue como me lancé de nuevo, pero esta vez la hice por la noche, sin solaparla como la otra vez por la mañana. Seguí el protocolo de las sales, a las 19 y 21 horas, y a eso de las 23 h empecé con el aceite. De nuevo, no quise seguir el protocolo de Roberts, pues supone estar 3 horas tomando aceite a intervalos de 15 minutos. No digo que esté mal hacerlo, sólo que yo no lo hice. por razón del tiempo que conlleva.
Decidí entonces tomar el doble de cucharadas (8) como la otra vez, pero ahora dispuesto a pasar hacia abajo por lo menos cuatro tomas. Una cucharada equivale a 10 cc (que es lo mismo que 10 mililitros). Por tanto, 8 cucharadas son 80 cc de aceite, mas el poco zumo de limón (una cucharada ya comprobé que no llegaba, así que me tomé el doble, o más, tras el aceite).

Aguanté solo tres!! En total 240 cc de aceite, que es la mitad de lo que propone Roberts. El autor dice -si os fijáis- que no observar las instrucciones que hacen referencia a tomarse todo el aceite (medio litro) puede producirnos un cólico biliar, al dejar alguna piedra "en tránsito" por los conductos. Viene a decir que tomando todo ese aceite, no hay piedra que se resista a ser desalojada!
No lo sé, pero yo cada vez que lo hice no pasé de un total de 250 cc, y mirad en esta foto todo lo que salió! Es mi 18ª LH. Hay varios restos alimenticios entre las piedras, porque decidí hacerla tras comer entre otras cosas pimientos. El tránsito acelerado por las sales permite que se los reconozca. Restos así pueden engañarnos, de ahí que se recomiende comer sólo arroz o patatas cocidas, ambos sin fibras.

Si os animáis a llevar el nuevo método a la práctica, procurad tomar al menos toda esa cantidad de 250 cc, la cual equivale a un vaso lleno. Hasta ahora estábamos tomando medio vaso, sobre 125 cc, mas el pomelo. Pero de esa manera, yo no arrancaba ni la mitad que ahora!

A partir de ese primer intento exitoso, se lo conté rápidamente a mi hermana (la misma que expulsó sus piedras vesiculares en su primera limpieza) pues estaba preparando su siguiente ronda de limpieza, la séptima.
Casi todos sus intentos, salvo la primera fueron escasas en resultados. Se animó a seguir el método Roberts modificado por mí, pues no es plan estar 3 horas tomando aceite por la noche, y... ¡sólo aguantó 3 asaltos!
Pero de 8 cucharadas cada uno! Le pasó como a mí, pero fijaos la cantidad que expulsó! Algunas piedras estaban medio calcificadas incluso, ¡son mas rocas que piedras! (Hice la foto dentro del bote en que se hallaban, sin poner referencias de tamaño, pero la grande era como un dedo pulgar!)

Bueno, hasta aquí el método de Roberts modificado por mí, y sus resultados. Los que tengáis piedras vesiculares dificultosas de expulsar, debéis elegir cual método preferís en primera instancia. Probablemente utilicéis el otro posteriormente, o quizá lo adaptéis a vuestro gusto como hice yo. En todo caso, usad siempre las sales de Epson y el zumo de manzana como hasta ahora. Sobre todo las sales, y no os olvidéis de limpiar el colon. Yo lo hago el día de la expulsión por la tarde y 24 horas después lo repito. Con este método me salen restos en las lavativas, cosa que nunca me sucedió y que indica su eficacia.

Es duro tomar tanto aceite, os aviso! Enric, que lo probó el primero, también me avisó a mí! Y las subsiguientes veces es peor! Pero éste efecto memoria ya lo conocemos.

Deciros ya sólo, que también el Dr. Vander (un médico naturista alemán residente en España desde los años 50, y también fallecido) recomienda en sus libros la ingesta de aceite de oliva como medio para solucionar los cólicos biliares o mal de la piedra. Dice así en su libro "Cúrate del higado" (1965):

"La cura de aceite es un remedio auxiliar absolutamente inofensivo y bastante útil, por lo cual también lo emplea la Medicina Natural. el aceite que se emplea debe ser aceite puro de olivas, mejor el aceite virgen o de primera presión de las olivas.
Se comienza tomando en ayunas pequeñas cantidades que se van aumentando hasta llegar a tomar 150 gr diarios (una tacita y media o dos tacitas) en ayunas."
..."Aquellos enfermos a quienes el aceite no les despierta náuseas pueden usar el siguiente procedimiento que en muchos casos hace cesar los dolores y los vómitos: consiste en tomar de 100 a 150 gramos (una tacita y media o dos tacitas) de aceite puro de oliva repartido en varias veces, tomando por ejemplo media tacita cada hora."

Deciros también que el texto que continúa en la hoja de Roberts, expuesto en la primera foto (seguro que queréis seguir leyendolo, pero el libro no dice mucho más al respecto) sigue así:

"Pueden estar completamente tranquilos y seguros de que todo lo que había en la vesicula ha sido expulsado, y ha salido con el excremento; si había piedras en la vesicula, habran salido; no importa que lo hayan hecho en forma liquida o sólida, siempre que usted se quede con una vesícula de la que haya sido eliminada toda piedra o congestión".

Ya lo veremos! Ojalá que éste sea el método definitivo para arrancar las piedras duras de la vesícula que a algunos os cuesta eliminar. Si tenéis piedras en la vesícula, no os incorporéis mucho en la cama la primera hora -excepto la cabeza-, porque en esta postura le permitís descansar a la vesícula en horizontal y queda con el conducto cístico hacia abajo, lo que puede favorecer la salida de las piedras, sin repercutir o limitar el paso del aceite hacia el píloro y el duodeno.
Y siguiendo con el I+D (como dice Francesc), un método que existe para abrir el píloro y hacer que los líquidos bajen pronto por él, consiste en levantar los brazos, con las piernas separadas, y doblar varias veces el tronco de derecha a izda. Este movimiento parece ser que excita el piloro y lo abre, dejando pasar los líquidos contenidos en el estómago, rápidamente hacia el duodeno, donde serán captadas las grasas que estimularán los movimientos de la vesicula y la vaciarán.
De todos modos, no tenéis por qué hacerlo, salvo que queráis pasar el aceite rápidamente o bien no consigáis vaciar el estómago por las náuseas que lo revuelven.

Ahora sí, acabo ya.
Mucha Salud
carlos


NOTA IMPORTANTE: CON POSTERIORIDAD A ESTA ENTRADA HAY GENTE QUE ME HA REPORTADO QUE SE SIENTE MAL DESPUES DE HABER INGERIDO 500 cc DE ACEITE. ES MUCHA CANTIDAD, POR TANTO, NO RECOMIENDO ESTE MÉTODO DE ROBERTS POR SER MUCHO ACEITE.
YO RECOMIENDO SOLO 200 cc SI TENEIS PIEDRAS EN LAVESICULA Y 125 cc SI QUEREIS LIMPIAR EL HIGADO.
carlos